Por qué hacernos la depilación con chocolate


Uno de los mayores tormentos de quienes no somos complemente lampiñas es ver cómo los vellos se apoderan de diferentes zonas de nuestra piel -especialmente, el rostro, las piernas y la zona íntima-, restándoles belleza y “sex appeal”.


Para disimular la antiestética apariencia de nuestra vellosidad no nos queda de otra que recurrir a la depilación. Por supuesto, hay diferentes tipos, pero ninguno tan efectivo como la depilación láser. No obstante, mientras conseguimos el dinero para someternos a ella podemos probar con otras alternativas que duren más tiempo que el rasurado y que no duelan tanto como al usar la cera común.



Lo último en el campo de la depilación es el uso de la cera tibia de chocolate. Esta permite que el procedimiento sea más suave y sencillo, gracias al fácil manejo del chocolate derretido.

Con una espátula desechable se extiende la cera chocolatosa hasta llegar a las partes de difícil acceso y de mayor sensibilidad, como la ingle, las axilas y arriba del labio superior. Al utilizarse la cera caliente de baja fusión (tibia) la extracción de los vellos no resulta tan dolorosa como con la cera convencional y tampoco hay peligro de irritar la piel.

Así mismo, el aceite de cacao, el aceite de almendra y la vitamina E con los que se elabora esta cera le proporcionan un gran poder calmante e hidratante, que beneficia sobre todo a quienes tienen la piel seca y con tendencia a la formación de escamas.

Otra de las ventajas de recurrir a la depilación con cera de chocolate -que cada vez se realiza en más centros de belleza- es la higiene de la técnica, pues el insumos y los instrumentos solo se emplean una vez (son desechables). Por si fuera poco, a ello se suma la rapidez del secado del chocolate y el exquisito aroma que deja sobre la piel. Definitivamente, tengo que probarla ahora mismo.

Fuente: Todosobredepilacion, Femenino.info


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