El sudor es un efecto reflejo del cuerpo para mantener constante la temperatura interna corporal y favorecer la hidratación de la piel. Pero no por ello deja de ser molesto, y ya que es inevitable somos nosotras mismas las que debemos combatir el mal olor que se produce al entrar en contacto el sudor y la flora bacteriana de la piel.
En esta ocasión vamos a hablar del sudor de la zona de las axilas, contándote cuáles son las herramientas más eficaces para combatirlo de acuerdo a la cantidad de sudor e intensidad del olor:
- Desodorantes: Evitan el mal olor utilizando perfume y reduciendo la cantidad de bacterias. Ten en cuenta que una de cada diez mujeres afirma tener alergia en las axilas y muchas son provocadas por conservantes y perfumes artificiales, es por ello que está en aumento la oferta de productos hipoalergénicos para pieles sensibles, como los que contienen aceites esenciales con propiedades antisépticas y purificantes.
- Antitranspirantes: Controlan el flujo de sudor de las axilas y disimulan el olor corporal. Entre sus componentes encontramos sales de aluminia, que son las que limitan la transpiración. El uso de este elemento ha sido cuestionado durante mucho tiempo, ya que al frenar la eliminación natural de toxinas del organismo, se ha pensado que podría provocar daños celulares como el cáncer mama. Sin embargo el Instituto Americano del Cáncer ha llegado a la conclusión que no existe evidencia científica ante esta hipótesis.
- Bótox: Ayuda a quienes sufren de hiperidrosis (exceso de sudor), un trastorno que provoca el deterioro de la calidad de vida de quien lo padece. Con el bótox se puede relajar la actividad de las glándulas sudoríparas. Después de aplicar anestesia local tópica, se infiltra en diferentes puntos (axilas, palmas de las manos y plantas d elos pies). Después de este tratamiento la sudoración excesiva empieza a remitir a partir del cuarto día y el efecto del tratamiento dura entre 7 y 10 meses.
Fuente: Revista Clara Junio 2009
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