Tips para un vientre plano



En el caso de la mujer, una de las zonas donde, por razones hormonales, se acumula grasa y líquidos con más facilidad, es el vientre.


La pared anterior del abdomen, el vientre, desde el esternón hasta la sínfisis del pubis, está constituida por tres músculos que se superponen uno a otro como si fuesen las hojas de una lechuga o de una cebolla. Estos músculos van desde casi la columna vertebral, por detrás, hasta las proximidades del ombligo por delante. De su tono o contracción mínima, en reposo, dependerá mucho la mayor o menor prominencia de esta región. En las personas con escasa actividad física y tono muscular bajo, la apariencia del vientre es mayor. Además, si se acumula grasa entre la piel y el músculo, la actividad de esta “faja muscular” es más débil y la prominencia será mayor. De forma temporal, otras veces, la prominencia del vientre se debe a la acumulación de gases, estreñimiento, retención de líquidos previos a la menstruación, etc.

Para prevenir este problema lo mejor es mantener el peso lo más cerca posible del ideal; tratar el estreñimiento si lo padecemos en algún momento; reducir el síndrome premenstrual en caso de sufrirlo; no abusar del consumo de alimentos con fibra (alimentos integrales, fruta); reducir la ingesta de alcohol y tomar con cierta frecuencia yogurt con bífidus. Procurar mantener la espalda derecha, sin encoger los hombros (esta situación favorece la lordosis, aumento de la curvatura vertebral lumbar y una mayor prominencia del vientre). También es importante sentirse más relajada, reducir el estrés, la angustia y la ansiedad. Si no hemos logrado evitar la aparición de un vientre demasiado prominente, existen muy buenos tratamientos naturales para recuperar la línea que deseemos.

Es conveniente practicar una actividad física con cierta regularidad, y en particular natación y gimnasia, para fortalecer los músculos abdominales y aumentar su tono muscular.

  • Ejercicios abdominales: con ellos tratamos de fortalecer los músculos del vientre. Uno de los más eficaces consiste en tumbarse en el suelo boca arriba con las rodillas encogidas. Se colocan los pies debajo del sofá u otro mueble que les impida moverse (también puede sujetarlos otra persona) y las manos unidas detrás de la cabeza. Desde esta posición trataremos de levantar el tronco para tocar las rodillas con los codos, se aguanta un instante en esta posición y se vuelve al suelo. Se repite el ejercicio, tranquilamente, diez veces. Si se practican dos series todos los días, enseguida notaremos los resultados.

  • Bolsa de plástico para eliminar grasa: mientras estemos en casa o cuando practiquemos una actividad física, podemos colocar una bolsa de plástico alrededor del abdomen, pegada a la piel, como si fuera una gran faja. Se puede coger una bolsa de basura, cortar los picos de los extremos y ponerla como si fuera un pantalón corto hasta por encima del ombligo. Encima de la bolsa siempre el chándal. Con este sistema conseguiremos aumentar el calor en esa zona y quemar mayores cantidades de grasa subcutánea.

  • Reducir la formación de gases: para ello resulta fundamental comer con tranquilidad, masticar bien los alimentos, no hablar mientras se mastica y reducir o evitar el consumo de bebidas con gas. No tomas alimentos que facilitan la producción de gases, como la col, alcachofas o ajos asados. Acompañaremos las comidas con infusiones de manzanilla o tila, alternativamente.

  • Manzana y patilla: ambas frutas colaboran a reducir la retención de líquidos y también la formación de gases. Todos los días tomaremos, un par de veces, en distintas horas, raciones de cualquiera de estas frutas.

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