Con frecuencia, aunque no siempre, la
sexualidad se ve afectada antes, durante y después de la menopausia. Estos
cambios pueden incluir una disminución en la actividad sexual, descanso en la capacidad
de respuesta al estímulo sexual e incluso menor interés por la práctica del
sexo. Podemos encontrarnos con parejas que han tenido una vida sexual
satisfactoria y, en cambio, ahora encuentran dificultades sexuales, mientras
que en otras, llegado este momento puede exagerarse una disfunción sexual
preexistente.
En su origen podemos encontrar
factores hormonales (disminución de las hormonas femeninas o estrógenos, menor
producción de hormonas ováricas), que facilitan cambios en los órganos
genitales femeninos (también en los órganos genitales) e incluso variaciones
socioculturales en la percepción de las relaciones sexuales.
Al respecto es bueno saber que la
terapia hormonal sustitutoria de la menopausia, de la que hemos hablado
anteriormente, colabora notablemente, entre otros cometidos, en la mejora de la
actividad sexual. En cuanto a la terapia natural, les proponemos una serie de
remedios de contrastada eficacia que pueden aliviar los cambios genitales y
psicológicos.
· Vino de
hinojo: es un estimulante que podemos elaborar si añadimos 100 g de
semillas de hinojo a 1 litro de vino de Oporto. Se guarda en lugar seco y
oscuro durante tres semanas, removiéndolo de vez en cuando, cada día. Posteriormente se cuela el vino y se guarda
en otra botella. Se toma 1 copita dos veces por semana.
· Remedio de
vainilla y jengibre: cocer 2 g de jengibre en 1 taza de agua con 1
g de fruto seco triturado de vainilla. Remover, tapar con un paño y dejar
reposar diez minutos. Después, colar y endulzar con 1 cucharada de miel. Se
toma una infusión en ayunas todos los días hasta notar cierta mejoría. No debe
utilizarse este remedio en caso de hipertensión arterial o úlcera gástrica.
· Baño de
salvia: los baños de salvia son estimulantes, tónicos y afrodisiacos. Su
elaboración es muy sencilla: basta con que añadamos una rama de esta planta al
baño (quince minutos antes de introducirse) o una infusión concentrada (2
cucharadas con medio litro de agua).
· Vino
medicinal de menta silvestre: echar en un frasco 1 litro de vino de moscatel
y 80 de hojas y flores secas de menta silvestre. Dejar reposar quince días,
agitando el frasco de vez en cuanto. Filtrar el líquido, embotellar y tomar un
vaso diario, lentamente (mejor después de la cena). No usar en caso de úlcera o
gastritis.
·
Comer apio: el
consumo frecuente de apio facilita la actividad de las glándulas dispuestas en
la vagina; este efecto tiene la propiedad de reducir la sequedad de este
órgano, lo que facilita las relaciones sexuales.
· Licor de
melisa y vainilla: poner en un frasco 10 g de hojas secas de
melisa, 5 g de frutos secos triturados de vainilla y 1 litro de agua hirviendo.
Dejar reposar un cuarto de hora, filtrar, embotellar y añadir 150 g de miel de
acacia. Se toman dos vasos diarios, por la mañana y por la noche, durante tres
semanas. Se descansa tres días y se repite tres semanas más.
· Decocción
de palmito salvaje: hervir 1 litro de agua con 10 g de frutos
secos machados de palmito salvaje. Debemos tenerlo en ebullición durante cinco
minutos. Después, retirar del fuego, dejar enfriar, colar, añadir 150 g de
miel, remover y embotellar. Tomar dos vasos diarios, mañana y noche, hasta
conseguir mejoría en la actividad sexual.
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