Renovación de las células muertas del cuerpo



Los productos exfoliantes sirven para limpiar en profundidad la epidermis. Algunos contienen granos que, al pasarlos por la piel, ayudan a desincrustar las impurezas; otros se elaboran con exfoliantes químicos que cumplen su función mediante la acción de ácidos o enzimas, como, por ejemplo, el ácido salicílico o la enzima contenida en el zumo de piña.



Es importante destacar que una vez terminada la exfoliación, es necesario lavar la zona para retirar las células muertas y las impurezas que el producto utilizado haya podido desprender. En el caso del rostro, es sencillo lavarse la cara, pero en el caso del cuerpo, implica tener que ducharse. Por esta razón, muchos exfoliantes corporales se presentan en forma de jabón o de gel, ya que de este modo se emplean bajo la ducha o en el baño de inmersión y resultan más cómodos y fáciles de utilizar en cualquier momento. También, como se verá a continuación, existen mascarillas limpiadoras preparadas con flores secas.

Es importante destacar que los exfoliantes no se utilizan a diario, ya que, como son ligeramente abrasivos, puede irritar la piel. Se recomienda emplearlos solamente una vez por semana.

Jabones exfoliantes compactos

Su método de elaboración es el mismo que el de los demás jabones corporales en pastilla, con la única diferencia de que se les incluyen gránulos que exfolian la piel.

A cualquiera de los jabones cuya receta se ha explicado en los puntos precedentes se le pueden añadir productos naturales que sirvan como exfoliador: pequeñas semillas como las de la amapola, granos de café molidos, pétalos de flores, hojas, ralladura de cascara de cítricos (limón, lima, naranja), etc. Si el exfoliante que se agrega tiene propiedades beneficiosas para la piel, el resultado será más completo.

Jabón compacto corporal exfoliante de glicerina con semillas de amapola

Ingredientes

Jabón de glicerina vegetal

Manteca de mango

Semillas de amapola

Aceite esencial de mango

Molde flexible

Aceite para bebés

Preparación y aplicación

  • Partir en cubos 100 gramos de glicerina y derretirlos al baño María o en el microondas. En otro recipiente fundir una cucharada de manteca de mango e incorporarla a la glicerina removiendo bien. Añadir a la preparación medio vaso de semillas de amapola y cuatro gotas de aceite esencial de mango.

  • Cuando los ingredientes se hayan mezclado bien, volcar la pasta en un molde flexible previamente lubricado con aceite para bebés.

  • La manteca de mango es energizante y contiene vitaminas y enzimas exfoliantes. Las semillas de amapola, al ser muy pequeñas y redondeadas, ayudan a desincrustar las células muertas sin irritar la piel.



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