Para relajar la espalda, después de un día muy laborioso

Es muy común sentir los hombros cargados de problemas, engarrotados y tan tensos que su rigidez involucra la nuca, deténgase unos minutos y relaje esta zona con los siguientes ejercicios, que pueden producirle algunos ruidos.

• Empiece por bostezar de manera amplia y generosa, siéntese en una banca y apoye la espalda contra la pared, la cabeza debe estar extendida y en contacto con la superficie.

• Mueva la cabeza de arriba hacia abajo con la boca cerrada, trate de tocar el pecho con la barbilla, repita este ejercicio entre 10 y 20 veces.

• Continúe la relajación y coloque los brazos a lo largo del cuerpo de forma que sienta su peso y evitando toda rigidez, eleve los hombros (como si nada le importara) sin mover la cabeza, deje unos segundos los hombros contraídos y relaje, haga estos movimientos entre 10 y 20 veces.

• Ahora gire la cabeza hacia ambos lado tratando de que la barbilla entre en contacto con el hombro, tenga cuidado de no subir el hombro porque la idea es relajar los músculos del cuello, repita este ejercicio entre 5 y 10 veces.

• Para terminar, mueva la cabeza lateralmente hacia ambos lados (como si tuviera un gran peso en la oreja), repetir entre 5 y 10 veces por lado.

El cuello firme y elástico

• Su belleza y buena apariencia se debe en gran parte al mantenimiento de la elasticidad y tonicidad.

• La siguiente es una rutina para mantenerlo en forma.

• Un ejercicio que puede practicar en diferentes momentos del día es hacer una amplia sonrisa forzando sus músculos al máximo, con este movimiento se contraen los músculos del cuello y los ayuda a tonificar, mantenga la posición de tensión durante unos 5 segundos y después relaje completamente.

Trabajar la papada o doble mentón

• Estimule esta zona de su rostro si tiene la tendencia a acumular grasa, repita estos movimientos a lo largo del día, con suavidad pero con firmeza.

• Mantenga la cabeza en una posición cómoda, es decir, sin inclinarla exageradamente hacia arriba o hacia abajo

• Ponga su dedo pulgar debajo de la mandíbula, como sosteniéndola, y con los nudillos de la mano masajee en forma circular, repita durante unos 4 ó 5 minutos y descanse.

• Otra manera de trabajar la papada es pasar las puntas de sus dedos por el cuello desde la base hacia arriba, este masaje resulta muy conveniente en las noches y con la ayuda de algún producto cosmético.