Las várices es un problema que se origina cuando las válvulas en las venas sufren algún tipo de daño, impidiendo que la sangre vuelva hacia atrás y, en consecuencia, se hinchan. Debido a sus características hormonales la mujer es más propensa que el hombre a sufrir esta afección, y esta posibilidad se acrecienta aún más durante el embarazo. De igual forma la toma de anticonceptivos contribuye a aumentar ese riesgo.
La función de las venas es retornar la sangre de la circulación periférica al corazón, y en el caso de las piernas este retorno se realiza en contra de la gravedad. Un problema más o menos importante en las válvulas (que en situación normal impiden el reflujo de la sangre hacia abajo) ocasiona una insuficiencia venosa y, por tanto, dará un lugar al síndrome varicoso. Según el estado de afectación de la vena o dependiendo de cuál vena se trata, el problema puede ser sólo estético o realmente serio.
Algunas de las causas de esta dolencia son hereditarias, aunque ciertas etapas de la vida de las mujeres como el embarazo y la menopausia favorecen su aparición. La obesidad y el estreñimiento también, así como el uso de anticonceptivos orales. Ciertos estilos de vida (sedentarios que exigen estar muchas horas de pie) influyen igualmente en su aparición. Algunos investigadores señalan que incluso el uso de ropa muy ajustada, que limita el retorno venoso, puede contribuir al origen de las várices.
¿Cómo prevenirlas?
- Si vive en una zona calurosa es recomendable refrescar sus piernas a lo largo del día. De igual forma, si vive en un país con estaciones conviene bajar la temperatura de las extremidades inferiores durante las temporadas de calor.
- Seguir una dieta saludable en la que se favorezcan los alimentos frescos y naturales y se evite el consumo de grasas y sal.
- Los masajes son bastantes efectivos; deben realizarse de manera suave, con movimientos ascendentes (de abajo hacia arriba) para estimular la circulación.
- Evitar el uso de ropa que pueda obstaculizar la circulación.
- Cambiar de posición las piernas con frecuencia y no permanecer por mucho tiempo sentado o de pie.
- Caminar o realizar algún de ejercicio moderado.
¿Cómo tratarlas?
La consulta de un especialista es muy importante, para que evalúe el estado general de las venas, el tipo de várices, su localización y estado. Cada persona tiene características propias y, por tanto, los pasos a seguir son diferentes en uno y otro paciente. Sin embargo, hay algunos coadyuvantes que pueden ser beneficiosos.
Recetas naturales
Baño de hamamelis
Una planta bastante popular que puede utilizarse interna y externamente. En la elaboración del té es básica la temperatura del agua para conservar los aceites naturales, que pueden perderse si está muy caliente.
Para el té
Ingredientes
2 tazas de agua
½ cucharadita de hojas de hamamelis secas
Preparación
- Ponga a calentar el agua en una olla pequeña hasta que empiece a burbujear pero sin dejar que hierva. Retire del fuego.
- Vierta las hojas de la planta en el agua, revuelva y tape.
- Permita que se infundan entre 5 y 10 minutos y cuele.
- Se recomienda beber 2 tazas por día durante una semana.
Para el baño
Prepare esta misma receta pero aumente la proporción de hierba y agua; de esta manera obtendrá suficiente cantidad para el baño.
Aplicación
- Después de la ducha friccione las piernas con el agua de hamamelis, de forma suave y ascendente. Hágalo durante 2 minutos aproximadamente.
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