La Maternidad

El embarazo
El primer paso para un embarazo saludable es el cuidado prenatal, que consiste en la atención que se brinda a usted misma, así como también en la atención que recibe de los amigos y la familia. Ya no creemos que baste con ir al especialista con regularidad o “dejarlo todo en manos del médico”. Cuando acude a una consulta, obstétrica o médica, cada mes y luego cada semana, los médicos son quienes supervisan cómo se está cuidando. Cuando existen condiciones de salud que requieren observación o un cuidado médico más específico, necesita cuidarse de manera especial para mantenerse en buena forma y así minimizar cualquier complicación. El buen cuidado personal es el primer paso hacia una maternidad saludable. Por supuesto, es esencial que coma bien durante el embarazo. Aun antes de quedar embarazada puede comenzar a cambiar y a mejorar sus hábitos alimenticios. Considere la alimentación como un factor clave para su propio bienestar. Si tiene buena salud, lo más probable es que su bebé también sea saludable.

·    Para saber si se está embarazada: a partir de los 14 días de retraso de la menstruación, se pone en un cuenco una taza de garbanzos y se añade un vaso de agua. Se deja macerar toda la noche. A la mañana siguiente, se toma el agua donde han estado los garbanzos a remojo. Si en 24 horas no baja la menstruación. ¡Felicidades! Tenemos un bebé en camino.

·   Náuseas y vómitos: según se desprende de los estudios realizados, el feto absorbe mucho cinc de la madre y al quedarse ella sin las cantidades necesarias, los síntomas suelen ser las náuseas y los vómitos. Se suele notar la falta de cinc también en las uñas, donde aparecen unas manchitas blancas, que no se deben a una carencia de calcio, como mucha gente cree. Para evitar la carencia de cinc se puede tomar todos los dias una ensalada preparada con 100 g de pepino y 1 cucharada de perejil picado. En una semana, los vomitos desaparecen. No hay que preocuparse por tomar perejil, que en efecto puede provocar un aborto, pero sólo cuando se aplica de otra manera.

·     Mareos: las mujeres embarazadas suelen marearse con facilidad en los viajes. Para evitar estos molestos mareos, pruebe a ponerse una aspirina en el ombligo, sujeta con una tirita, y a descalzarse. Si no hay aspirinas a mano, puede ponerse 2 huevos de oliva o ciruela en la boca y mantenerlos debajo de la lengua. ¡Feliz viaje!

·     Antojos: los antojos, rechazos o aversiones son pistas o señales que da la embarazada, indicando que su organismo está viviendo una gran depuración y está movilizando antiguos depósitos toxicos provocados por excesos de otros tiempos. Los antojos son más marcados durante la formación global del feto (tres o cuatro primeros meses). El cuerpo equilibra ciertas necesidades vitamínicas y minerales a través del reclamo de ciertos alimentos. Estudios nutricionales indican que cuando el antojo es de carne, debemos consumir pescados blancos, como aporte de proteínas, con verduras de hoja verde y algas marinas (antianemico). Si hay antojos de queso, lo que faltan son grasas, minerales y proteínas. La fuente más rápida será serán los frutos secos naturales. Si el antojo de tomar leche, se debe tomar verdura de hoja verde o incluir leche vegetal en la dieta. Si se antoja algo dulce, hay que disminuir la sal, quesos, carnes, que son los que nos reclaman el dulce, y aumentar la ingesta de orejones, miel y compotas, ya que son azucares de lenta asimilación. Si se antoja pan, es síntoma de que se necesita comer más pasta, trigo cocido y pan integral. Si se antoja alcohol, tomar en su lugar compotas de manzana, cereales como la avena o muesli.

· Estrías: las estrías suelen aparecer durante la adolescencia (debido a cambios hormonales), por variaciones bruscas en el peso y en el embarazo, debido al “estiramiento” que sufre la piel durante esta etapa. Son pequeñas cicatrices que quedan en la piel, difíciles de eliminar, aunque se puede reducir su apariencia y, sobre todo, se pueden prevenir. Durante el embarazo, conviene aplicar aceite de germen de trigo muy a menudo para favorecer la elasticidad de la piel en las zonas más propensas a las estrías: senos, vientre y caderas. También se puede realizar el siguiente preparado: se rallan unas zanahorias, se colocan en una gasa y se empapan en cervezas y agua de rosas. Se aplican como una cataplasma en las zonas donde haya estrías y se deja actuar durante veinte minutos.

·  Ácido fólico: el ácido fólico o vitamina B9 es esencial durante la gestación, ya que participa en el desarrollo psicomotor del feto y reduce el riesgo de que éste sufra malformaciones. Además, contribuye a fabricar glóbulos rojos y otras células de la sangre; por esta razón suele prescribirse junto con el hierro en casos de anemia. Para que resulte eficaz debe estar en la sangre antes del momento de la concepción y hasta el final del tercer mes. Lo recomendable es tomarlo antes de concebir. Previene a la madre de la aparición de las varices durante el embarazo, del cáncer de cuello de útero y de la espina bífida en el bebé. Tres meses antes de intentar concebir hay que procurar ingerir alimentos ricos en ácido fólico. Se puede conseguir el ácido fólico necesario tomando 3 cucharadas de levadura de cerveza cada día, que tiene diez veces más ácido fólico que cualquier alimento, y germen de trigo, que también lo contiene en abundancia, e introduciendo en los menús semanales zumo de naranja, lechuga, melón, col y espinacas





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