El parto es el acto fisiológico de
expulsión del feto al exterior, acompañado de contracciones dolorosas del útero
y notable dilatación de la vagina. En el parto las contracciones del útero son
fundamentales para dilatar la vagina y provocar el descenso del feto. Por eso,
la frecuencia de estas contracciones es muy importante a la hora de valorar la
proximidad del parto. A medida que las contracciones se hacen más frecuentes,
la presión rompe las bolsas que rodean al feto y el líquido amniótico sale al
exterior; es lo que se conoce como “romper aguas”.
Con independencia de la anestesia
epidural y del empleo de fármacos diversos, proponemos una serie de medidas que
pueden disminuir los dolores del parto y facilitar su desarrollo. Algunos de
estos remedios pueden aliviarnos en una situación de urgencia o espera:
Aceite de
almendras: cuando el parto ha comenzado o está a punto de producirse podemos
aliviar los dolores si aplicamos en el bajo vientre un masaje circular con unas
gotas de aceite de almendras.
Infusión
de caléndula: elaborar una infusión de caléndula y, con la ayuda de una gasa,
aplicar el líquido en el bajo vientre y pubis. Podemos sustituir la gasa o
compresa cada vez que se enfríe.
Técnicas
de respiración: acompasar la contracción de los músculos respiratorios con los
músculos del útero, ya que facilitan el parto y reducen los dolores. Tal es el
objetivo de los cursos que enseñan este tipo de técnicas, que resultan
bastantes eficaces.
Infusión
de hojas de frambuesa: añadir 25 g de hojas de frambuesa por cada
medio litro de agua hirviendo. Tomar una infusión al día en las fechas próximas
al parto.
Para
dilatar: este remedio es famoso por su eficacia. Cuando se acerque el día
de dar a luz hay que tener preparado laurel seco, molido hasta hacerlo polvo.
Cuando empiecen las contracciones, cada treinta minutos aproximadamente, se
coge una cucharada de la planta ya molida y se mezcla con aceite de oliva
virgen de primera presión en frío hasta hacer una pasta que se aplica en el
ombligo y se tapa con una tirita o esparadrapo. Hay que acudir enseguida a la
maternidad, pues el bebé nacerá antes de dos horas.
La
práctica de la natación: las mujeres embarazadas que practican la
natación dan a luz sin ningún tipo de dolor y con extraordinaria facilidad.
Este deporte favorece la circulación y tonifica los músculos, además de ayudar
a relajar todo el cuerpo y aliviar los dolores musculares que se producen en la
espalda y en los riñones, pues dentro del agua es mucho menor el peso que se
debe soportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario