Esta dieta tiene una triple finalidad: crear nuevos y más saludables hábitos a la hora de comer, perder unos kilos en poco tiempo y eliminar del organismo sustancias tóxicas y radicales libres que se acumulan día a día.
Esta dieta se basa en el tomate, un alimento ampliamente estudiado en muchos centros de investigación. Se ha descubierto que, cuando se consume crudo, posee numerosas virtudes:- Es muy rico en minerales como el fósforo, manganeso, calcio, hierro, magnesio, cinc, sodio, potasio y cobre (prácticamente todos los que necesita el organismo).
- Contiene numerosas vitaminas y en particular la A, B, C y K.
- Posee sustancias neutralizantes de los radicales libres y que previenen el cáncer (en especial el de piel, colon, estómago y vejiga urinaria), como licopeno, glutation y bioflavonoides. Además estos elementos retrasan el envejecimiento de las células porque vitalizan sus estructuras y eliminan sus residuos.
A la hora de practicar esta dieta debe tener en cuenta que sólo debe realizarse durante siete días. Luego hay que retornar a una alimentación normal, pero tomando 1 o 2 zumos de tomate todos los días. Puede repetir la dieta de tomate al mes siguiente, si desea seguir adelgazando. Esto es, la dieta del tomate se practica una semana cada mes, siempre y cuando quiera perder más kilos. Para desintoxicar y limpiar el cuerpo con un ligero efecto adelgazante, basta con practicarla una semana cada cuatro o cinco meses. Una contraindicación: no deben seguirla aquellas personas que estén en tratamiento con insulina.
Le proponemos un esquema para cada día de la semana con el fin de que le sea más fácil seguir su plan de limpieza y desintoxicación:
Lunes: sólo tomaremos zumo de tomate recién hecho y elaborado en licuadora con piezas bien maduras. Puede tomarse todo el zumo que quiera.
Martes: también zumo de tomate en la cantidad que se desee, con la salvedad de que además pueden tomarse infusiones de romero, tila, lavanda o manzanilla.
Miércoles: en el desayuno, aún en ayunas, zumo de tomate y luego 2 tomates escaldados con unas gotas de aceite de oliva.
Almuerzo: ensalada de 2 o 3 tomates con 1 diente de ajo y unas gotas de aceite de oliva. Merienda, zumo de tomate. Cena, como el almuerzo.
Jueves: en el desayuno zumo de tomate y luego café con leche vegetal y 1 tostada con tofu (queso fresco de soja). Media mañana: 1 pieza de fruta. Almuerzo: ensalada con tomate, lechuga, cebolla y 1 papa cocida. Merienda: zumo de tomate. Cena: ensalada de tomate con unas gotas de aceite de oliva y un pequeño filete a la plancha.
Viernes, Sábado y Domingo: igual que el Jueves, pero variando el almuerzo y la cena e introduciendo platos sustitutorios como ensalada de tomate con pasta integral, yogurt, tomates al horno, pescado a la plancha, tomate con judías verdes o tortilla a la francesa de un huevo.
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