La función de los aceites esenciales


    Los aceites esenciales también se usan para la piel y actúan en la superficie dérmica, los músculos, articulaciones y órganos. 

     El olfato está conectado al sistema límbico, la parte del cerebro que controla las emociones y que está estrechamente relacionada con la memoria. Cuando las partículas aromáticas penetran por la nariz, estimulan terminaciones nerviosas encargadas de detectar y distinguir olores. Estas terminaciones a su vez, convierten dichas sensaciones en impulsos nerviosos y las envían al sistema límbico, donde provocan diversas reacciones emotivas (según el aroma) y recuerdos. Los estudios señalan que los olores tienen un gran peso en nuestro estado anímico.

     Cuando los aceites son aplicados de manera externa, las moléculas se absorben entrando a la capa dérmica e interactuando con distintos elementos y sistemas corporales como los vasos sanguíneos y linfáticos, el sistema conjuntivo, las glándulas sebáceas y sudoríparas, los nervios sensoriales y los folículos pilosos. Son muchos los efectos que se logran con esta aplicación: hidratar la piel, relajar los músculos, reducir inflamaciones, entre otros. En ocasiones también ayudan a eliminar sustancias de desecho del organismo y contribuyen a la regeneración de células muertas.

     Los aceites también son útiles en inhalaciones que sirven esencialmente para tratar problemas respiratorios y limpiar el cutis, pero están contraindicados en casos de asma. Es recomendable agregar de 6 a 12 gotas en un recipiente de agua caliente, poner una toalla sobre la cabeza e inhalar profundamente. 

     Las manos y pies también pueden ser tratados con aceites esenciales si se sumergen en una fuente con agua tibia y 4 o 5 gotas del aceite esencial. Las compresas también tienen una acción localizada humedeciendo con agua tibia o fría un paño de algodón o de lirio, agregarle 4 o 5 gotas del aceite, escurrirlo y colocarlo en el área tratada. 

 Precauciones:


  •  Nunca los ingiera sin la supervisión de un profesional de la salud cualificado. 
  • Dilúyalos siempre en un aceite vehicular, especialmente si se va a usar para masajes.
  • Conviene hacer una prueba de tolerancia en una pequeña área de la piel antes de aplicarlos extensamente.Esto es sobre todo importante si su piel es sensible o susceptible a las alergias. 
  •  No los utilice en bebés y niños. Las mujeres embarazadas, o que sufran de epilepsia, asma o presión alta deben emplearlos sólo bajo la supervisión de un profesional de la salud. 
  • Mantenga los aceites esenciales fuera del alcance los niños. Almacénelos en lugares frescos y lejos de la luz del sol porque son sustancias muy volátiles. 
  • Prevenga el contacto con los ojos. Si esto ocurre enjuague durante 15 minutos con agua fría. Si persiste la irritación conviene ir al médico. 
  • Si emplea aceites cítricos, evite exponerse al sol porque puede manchar la piel.

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