Uno de los mayores beneficios de los tratamientos para exfoliar es el devolver brillo, suavidad y flexibilidad a la piel. Aprovecha al máximo estos productos aplicándolos con un suave masaje en forma circular y ascendente.
Los guantes y cepillos son útiles si se quiere una limpieza más profunda, pero debes tener precaución en excederte con la presión o fuerza ya que puede irritar la piel. Un leve enrojecimiento es común después de un peeling, aunque ello no significa que debe producir dolor o irritación.
Exfoliante básico natural: Es una receta económica y cuyos componentes pueden hallarse en tu casa. Se recomienda aplicarla en la ducha con un suave y ascendente masaje todos los días.
Ingredientes:
- ½ taza de azúcar blanca granulada
- ½ taza de sal marina fina
- ½ de harina de avena
Preparación
- Mezcla los ingredientes en una fuente y luego llévalos a un frasco de vidrio con tapa de rosca.
- Coloca una pequeña cantidad del exfoliante en la palma de la mano y masajee sobre la piel. Hazlo hasta cubrir todo el cuerpo con el producto.
- Enjuaga con agua tibia abundante.
- De recomendación mantén el frasco en el baño para que siempre tenga a mano esta sencilla y eficaz mezcla.
Exfoliante cremoso: Una opción para los que prefieren utilizar un medio más viscoso sobre la piel. Aplíquelo una vez por semana o, al menos, cada quince días.
Ingredientes:
- 2 tazas de sal marina fría
- Suficiente leche o yogurt natural sin dulce
Preparación:
- En un recipiente mezcle los ingredientes hasta obtener una pasta de consistencia liquida o, si se utiliza el yogurt, algo cremosa.
- Aplique la mezcla en la ducha con masajes circulares y ascendentes. Recuerde que debe frotar con suavidad para no irritar la piel.
- Enjuague con abundante agua tibia.
Los aceites son una gran opción para la hidratación de la piel. Además son fáciles de conseguir a un precio razonable y por lo general no se emplean muchos químicos en su preparación. Si el producto elegido ha sido elaborado de manera natural, se tendrá exclusivamente la semilla, el tronco, el tallo, la raíz, las hojas y la flor o fruto de donde se ha extraído el aceite y pueden ser enriquecidos con fórmulas deliciosas muy útiles para realizar masajes.
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