5 Hábitos que ayudan al éxito de las dietas


El seguir una dieta alimenticia para perder peso, en ocasiones puede convertirse en una verdadera tortura si no nos planteamos objetivos realistas y hacemos uso de pequeños trucos para que los días en los que controlemos con mayor rigidez nuestra alimentación sean lo más llevaderos posible.





Si sigues los consejos que te brindamos a continuación, llegaras al último día de tu dieta con buen estado de ánimo y con la sensación de que el sacrificio valió la pena.

  • Debes ser positiva, ya que cada persona pierde peso a un ritmo distinto; al principio se suele bajar de golpe y después más paulatinamente, pero eso no debe desanimarte. Existen alimentos que te ayudan a sentirte mejor, como los cereales integrales, que, además de sus saludables propiedades, mantienen unos niveles de glucosa estables y evitan bajones de ánimo.

  • Si en lugar de darte ánimos, tu familia no te ayuda, como, por ejemplo, tu pareja te propone constantemente ir a cenar fuera, o tu madre cocina tus platos preferidos. Conversa con ellos y hazles ver que su apoyo es fundamental, pídeles que te ayuden a aconfeccionar los menúes.

  • Si bien es cierto que para adelgazar debes ingerir menos calorías de las que que consumes, eso no significa que debas quedarte con hambre. Para ello tienes que saber elegir los alimentos más saciantes y que menos pesan, pero comerlos despacio y masticando lentamente (ten en cuenta que hasta pasados 20 ó 30 minutos desde el inicio de la comida no te vas a sentir llena).

  • El sedentarismo es el peor enemigo en una dieta. La actividad física, cualquiera que sea su intensidad, facilita el gasto de energía y, por lo tanto, ayuda adelgazar. Treinta minutos de ejercicio moderado todos los días es suficiente, puedes caminar a paso ligero o montar en bicicleta.

  • No comas delante del televisor, ya que en ese momento no eres consciente de lo que comes o de la cantidad. Cuando te sientes a la mesa, apaga el televisor y dedícate a disfrutar de la comida y de la compañía, aprovechando para conversar con tu pareja o con tus hijos.

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