Quienes hemos tenido acné (que somos la mayoría de personas en este planeta) nos hemos preguntado más de una vez por qué tardan tanto en desaparecer esas feas erupciones que se posan sobre el rostro y otras partes de nuestro cuerpo.
Me imagino que esto debe ser aún peor para quienes tienen la tendencia a padecerlo constantemente, lo cual afecta no solo la salud física y apariencia, sino también la autoestima. El problema suele complicarse de tal manera que en muchas ocasiones es preciso recurrir a alternativas tecnológicas para ponerle fin de una vez por todas.
Precisamente, una de las aplicaciones tecnológicas del momento en cuanto a tratamiento del acné es la terapia fotodinámica Lumilift. Esta no solo tiene un efecto anti-granitos, sino que realiza un completo trabajo de lifting, devolviendosu tersura a la piel. De ahí que también sea aplicable para la condición de manchas y envejecimiento de la piel.
El tratamiento Lumilift penetra sobre los tres niveles de la piel -epidermis, dermis y tejido muscular- de una manera eficaz y sin efectos contraproducentes. Al combinar la energía de la luz con corrientes y microcorrientes polarizadas de alta frecuencia -moduladas según el experto lo considere conveniente-, se levantan los músculos y se abren los poros de la piel superficial, haciendo que la piel se vea elástica y de tonalidad uniforme.
Las zonas de aplicación específica del Lumilift son, principalmente, la cara, los ojos, el pecho y las manos. Desde la primera vez de uso se empiezan a notar los cambios, pero es preciso continuar con las sesiones -de 6 a más- para que haya un cambio considerable.
Las células regeneradas por el tratamiento seguirán produciendo efectos positivos durante los 3 meses posteriores a la última aplicación. Entonces, tal vez sea el momento de borrar mis cicatrices de acné con el Lumilift y utilizarlo nuevamente cuando la ley de la gravedad afecte a mi piel (espero que ello no ocurra en buen tiempo).
Fuente: Clínica Dermatológica Profesional
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