La cosmética del futuro

Año tras año los laboratorios emplean la tecnología más avanzada para llegar al corazón de las células cutáneas, donde se genera y renueva la vida de nuestra piel, y así ofrecernos productos que nos ayuden a combatir los signos de envejecimiento.

Conozcamos cuáles son los descubrimientos recientes, más conocidos como “la cosmética de futuro“, aunque estos términos nos resulten desconocidos, es probable que antes de lo que esperamos, hablemos de ellos con total naturalidad. También debemos tener presentes los consejos de los dermatólogos, basados en estos descubrimientos:

• Células madre: En la piel representan menos del 0,01% de las células epidérmicas, pero son esenciales en el proceso de regeneración. Con los años su número no varía, pero sí se reduce su efectividad. Moléculas como el ProCell o el Sistema Basal-Reconstrucción ayudan a la piel a estimular su poder auto-regenerativo.


• Antioxidantes potentes: Los avances en biotecnología han permitido sintetizar moléculas de antioxidantes que inhiben la acción de los radicales libres. Los más activos son la soja (propicia la multiplicación celular), los polifenoles (presentes en el té verde y la semilla de uva) y el resveratrol (lo encontramos en las uvas, nueces o en el vino tinto), que estimula el metabolismo cutáneo.


• Mayor fotoproteción: Los expertos no se cansan de afirmar que el protector solar es el cosmético número 1, por eso cada vez más cosméticos incluyen factor de protección solar.


• La estimulación de las sirtuinas: Se trata de enzimas, proteínas reparadoras y antiedad, que protegen a las células del estrés.

Entre los componentes anti-edad estrella, también nos encontramos con los siguiente activos, cuya efectividad ha sido comprobada. Es probable que los conozcas, pero ten presente que en el futuro serán imprescindibles:

• Pro-Xylane: Combate la pérdida de densidas cutánea.


• Vitamina C: Aporta firmeza y vitalidad a la piel.


• Ácido Hialurónico: Fija el agua, optimizando la hidratación.


• Retinol: Estimula la producción de células nuevas.

Fuente: Revista Clara Nro.206