Los componentes de la apicosmética



Los beneficios de la miel de abeja en la cosmética son muy reconocidos y se dice que es uno de los más importantes elixires de belleza que nos ofrece la naturaleza. Pero ¿qué sucede con todos los componentes que intervienen en la formación de este elemento?



La apicosmética aprovecha cada fase de esta “cadena de montaje” y pone a disposición del buen aspecto de nuestra piel y de nuestra belleza las siguientes sustancias:

  • La miel: Es elaborada por las abejas a partir del néctar extraído de las flores, el cual una vez digerido se convierte en este alimento. Mucho después, una vez reconvertida en ingrediente cosmético, se utiliza para suavizar la piel, calmarla, atenuar las arrugas y aportar la elasticidad.

  • La cera: Es segregada por ocho pequeñas glándulas del abdomen de la abeja, es más suave que la miel y se vierte en unas bolsitas donde se soldifica. Después estos insectos la manipulan para construir las famosas celdas hexagonales de sus panales. Como ingrediente cosmético se utiliza para disminuir la sensibilidad cutánea y proteger la piel, ya que crea una película protectora cuando se aplica. Su textura final, aunque cueste creerlo, es delicada y se funde perfectamente en la piel.

  • La jalea real: Es el resultado de la mezcla de dos secreciones procedentes de las glándulas de las abejas obreras y es el alimento de la abeja reina. Como tal, esta sustancia está considerada desde la antigüedad como un elixir de juventud y aporta vitalidad. Numerosos productos antiedad incorporan este ingrediente, el cual es capaz de impedir la ralentización de la producción de fibras de colágenoy elastina, potenciando la firmeza de la piel.

  • El propóleo: Es una sustancia resinosa que las abejas recogen directamente de los árboles y que se administra por vía oral para tratar la fatiga crónica o como tratmiento antienvejecimiento prematuro.

Fuente: Revista Mía Belleza

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