El escote es una de las zonas más atractivas de nuestro cuerpo, y a la vez la más sensible a los cambios hormonales y al paso del tiempo. Es por ello que necesita cuidados específicos que lo mantengan firme, suave y tonificado.
El pecho es una parte del cuerpo a la que nosotras las mujeres prestamos especial atención, ya sea por el papel que juega en la lactancia, así como por el atractivo físico que representa.
A lo largo de los años el pecho cambia de forma y tamaño, y es el primero que sufre la aparición de los signos de envejecimiento. Sus puntos débiles son la flacidez y el fotoenvejecimiento, debido a que su piel es aún más fina que las del rostro al contener menos cantidad de fibroblastos, por lo que tiende a caer.
No posee musculatura propia y tampoco se sujeta al tórax, así que su sostén es la piel que la rodea; y además es una de las zonas del cuerpo más expuestas al sol, el viento y la polución.
Una piel hidratada sobre un pecho firme y sin estrías, es parte de los atributos de un pecho perfecto. Para conseguirlo debes incorporar estos consejos a tu rutina diaria de belleza:
- Tonifícalo: Efectúa masajes sobre tu pecho: Con la palma de la mano contraria a la zona superior del pecho a masajear, haz alisamientos ascendiendo siempre desde el escote hacia la clavícula. En la ducha concluye con un chorro final de agua fría sobre esta zona, para tonificar los tejidos que se encuentran alrededor del busto.
- Nútrelo en profundidad: La piel del pecho necesita grandes dosis de hidratación. Luego de la ducha diaria, aplícate aceites esenciales y sérums que lo nutran a fondo.
- Mejora su tersura: Emplea cosmètica de efecto tensor, la cual incorpora activadores de síntesis de colágeno, el responsable de la firmeza de la piel.
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