Tras el nacimiento ha llegado la hora de llevarnos el bebé a casa y recuperar poco a poco la rutina diaria, esta vez contando con uno más en la familia. Muchas veces la euforia que produce la llegada de un hijo se transforma en irritabilidad, lloros, cansancio y mucha tristeza a los pocos días de estar en el hogar.
¿Por qué ocurre esto? ¿Es normal? ¿Qué está sucediendo?
Las respuestas están en la depresión postparto.
Debes saber que este estado es normal: te enfrentas a una etapa de grandes cambios físicos y psicológicos y, por más que hayas leído sobre el tema, son nuevos para ti y han venido de golpe. Estudia bien en qué situación te encuentras:
Has realizado un esfuerzo físico que te supone estar más cansada de lo normal.
Si añades a ese cansancio el hecho de que en casa se ha instalado una nueva personita que requiere de todos tus cuidados y que no tiene horarios… ¡la fatiga es doble!
Además, a partir del alumbramiento es el recién nacido quien ha acaparado toda la atención de tus familiares y amigos, dejándote a ti en un segundo plano. Por si fuera poco, debes enfrentarte por primera vez a la responsabilidad de tener un hijo. Se espera de ti que seas una buena madre, pero nadie te ha enseñado cómo hacerlo. Todo ello puede producir agobio y estrés.
También es frecuente que la gente que te rodea no comprenda tu estado de ánimo: "Pero, ¿qué te pasa?" "¿no estás contenta?". Si, a parte de todo lo anterior, el bebé nos sale llorón, no nos deja dormir por las noches, o bien no come como debería… es fácil que la confusión primero, y la depresión después, hagan mella en nosotras.
Por último, ten en cuenta que un mal parto agrava considerablemente todas estas situaciones. Más aún si se ha producido alguna anomalía en el pequeño, ya que la madre tiende a asumir la responsabilidad de ello y carga con un fuerte sentimiento de culpabilidad.
Cómo superar la depresión:
- Hay que ser consciente de que se trata de un periodo de tiempo breve y en un par de semanas pasará, ya que ese es el periodo de adaptación al nuevo modo de vida.
- Si el trance se alarga, entonces debemos acudir al médico porque probablemente necesitamos ayuda psicológica. Esto suele suceder en mujeres que anteriormente ya han presentado un cuadro depresivo.
- También es importante señalar que no todas las mamás padecen este trastorno, en ello influye notablemente el propio carácter, cuanto más optimista y más fuerte se sea, menor predisposición a tener la depresión postparto. Contar o no con el apoyo de quienes nos rodean es otro factor determinante.
Para prevenir o dominar este tipo de "depre", ten en cuenta lo siguiente:
- Descansa todo lo que puedas.
- Procura aprovechar los ratos libres que te deja el pequeño.
- No hay que agobiarse con las tareas de la casa. Si el piso no está tan impecable como desearíamos, no importa. Ten presente que ahora lo prioritario es tu bienestar y el del bebé. En último caso, puedes solicitar la ayuda de familiares o contratar a una asistenta.
- No te descuides. Parece mentira, pero dejarse físicamente y estar sólo pendiente del niño/a no hará más que agravar nuestra depresión. Sácale partido al poco tiempo que te deja el bebé para emplearlo en ti misma, y no tanto en los demás. Recuperar la línea, por ejemplo, puede ser un buen aliciente para ti.
- Busca apoyo en quienes te rodean. Hablar sobre tus agobios con las amigas, con tu madre o con tu pareja te ayudará. Especialmente tu pareja debe echarte una mano en las tareas del hogar y en los cuidados del bebé.
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