La práctica del tai chi

El tai chi es un ejercicio milenario procedente de China que persigue una vida larga y saludable, el rejuvenecimiento del cuerpo, la fortaleza del sistema inmunológico y la recuperación de las enfermedades.

 

Con un conjunto de largas series formadas por elegantes y suaves movimientos, esta práctica es un ejercicio ideal para personas de todas las edades que verán sus beneficios al poco tiempo de comenzar a practicarla.
Al igual que otras terapias y modalidades de la medicina tradicional de la China ancestral, como pueden ser la fitoterapia o la acupuntura, esta práctica se basa en la antigua y milenaria doctrina taoísta.

Esta doctrina busca principalemente un objetivo en la vida de todo ser humano y este no es otro que el encontrar una armonía perfecta entre el ser humano como tal y el entorno que le rodea.
Según el tai chi, todos los seres del universo, incluso los objetos inanimados, se pueden clasificar en yin y yang. el yin es el principio femenino y receptivo de las cosas, mientras que el yang es la cara masculina y activa.

 Partiendo de esta división, la salud se entiende como un afán continuo por mantener un equilibrio entre estos dos extremos. Este ejercicio combina el movimiento con la meditación para equilibrar yin y yang.
Además el tai chi busca activar la energía interior de cada uno, o chi. El objetivo consiste en fomentar este chi para conseguir una salud más férrea y potente que pueda hacer frente a cualquier agresión del exterior.
Además de ayudar a conseguir un estado físico adecuado, esta práctica china ayuda también a activar el resto del organismo. En un nivel ya más mental o espiritual, favorece que la mente se ponga en contacto con el cuerpo.

De esta forma, consiguien que entren en contacto mente y cuerpo, ambos encuentran el equilibrio deseado, y este equilibrio es el que les permite llegar a un mayor grado de concentración y de creatividad.
 El tai chi es un ejercicio ideal para personas de cualquier edad o estado físico ya que los movimientos que exige no requieren nada de fuerza.

 De hecho, al realizarlos se tiene la sensación de estar flotando en el agua. 

Las series de ejercicios trabajan todos y cada uno de los músculos, articulaciones y tendones del cuerpo y, al no tratarse de un ejercicio aeróbico, ni la frecuencia cardíaca ni la respiración sufren alteración alguna.

No obstante durante la realización de esta milenaria práctica china, notaremos como sudamos, sin embargo este sudor no será causado por el esfuerzo físico, que es nulo, sino por el calor generado por el chi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario