La prevención es la mejor arma con la que se cuenta para evitar el problema de las uñas encarnadas, que resulta muy molesto y que puede complicarse hasta tener que recurrir a la cirugía. Hoy vamos a ver las claves a tener en cuenta para evitar este problema.
El calzado estrecho y un cuidado inadecuado de los pies son las causas principales de que la uña acabe clavándose en la piel que la rodea, provocando progresivamente una herida dolorosa que puede alterar la vida de la persona que lo sufre, pues le impedirá caminar bien.
El uso de determinados zapatos, como por ejemplo los tacones, favorece que el peso de la pisada se concentre en la parte delantera de la piel comprimiendo los dedos en la punta. Si, además, estos zapatos se estrechan en esta parte delantera el riesgo es mucho mayor.
En estos casos el estrechamiento en la parte delantera hace que se compriman más los dedos y que la uña se aproxime mucho más a la parte blanda, ocasionando como consecuencia la aparición del problema de las uñas encarnadas y sus molestias asociadas.
Otro motivo por el que suele ocurrir este problema es porque las uñas no estén bien cortadas, por eso es muy importante conocer algunos trucos que nos ayudarán a cuidarlas. Evidentemente y según hemos señalado, la elección del calzado puede evitar el problema.
Resulta más que curioso cómo una acción tan simple como comprar unos zapatos pueda tener tanta repercusión en nuestra salud. Y anecdótico que, siendo tan importante para nuestros pies, no sepamos los criterios básicos para elegirlos.
Según los especialistas, el calzado debe adecuarse al pie del usuario, tanto en la longitud como en la anchura. Lo de la longitud parece que lo tenemos más claro, pero está ampliamente demostrado que no prestamos tanta atención a la anchura de nuestros zapatos.
Teniendo en cuenta la influencia de los zapatos en la aparición de las uñas encarnadas, lo cierto es que deberíamos prestar más atención al respecto. Especialmente entre las féminas grupo en el que este problema se incrementa por el uso de tacones de punta estrecha.
Este tipo de calzado obliga a cargar casi el 80 por ciento del peso en la puntera, además por su forma exige que los dedos estén más comprimidos y trae como consecuencia el hecho de que la uña pueda dañar la piel, especialmente si ésta no está bien cuidada.
Por tanto, en general y para evitar la aparición de las uñas encarnadas, es aconsejable que el calzado sea anatómico, se adapte bien al pie, pero permita mover los dedos; cómodo; transpirable; flexible; y si tienen tacón, preferiblemente de forma cuadrada y que no supere los cuatro centímetros.
Se ha visto que el cuidado de las uñas, es decir, que estén bien cortadas, es fundamental para prevenir esta alteración, pero parece que todavía parte importante de la población duda sobre cómo debe hacerlo de forma correcta.
Esta estructura dura que protege los dedos, en este caso de los pies, crece a un ritmo de aproximadamente un milímetro al mes, por lo que es importante que se esté atento para que no permanezcan muy largas. Aunque tampoco es aconsejable que estén demasiado cortas, porque eso puede afectar al crecimiento.
Fuente:http://www.conceptosalud.com/como-tratar-las-unas-encarnadas/
El calzado estrecho y un cuidado inadecuado de los pies son las causas principales de que la uña acabe clavándose en la piel que la rodea, provocando progresivamente una herida dolorosa que puede alterar la vida de la persona que lo sufre, pues le impedirá caminar bien.
El uso de determinados zapatos, como por ejemplo los tacones, favorece que el peso de la pisada se concentre en la parte delantera de la piel comprimiendo los dedos en la punta. Si, además, estos zapatos se estrechan en esta parte delantera el riesgo es mucho mayor.
En estos casos el estrechamiento en la parte delantera hace que se compriman más los dedos y que la uña se aproxime mucho más a la parte blanda, ocasionando como consecuencia la aparición del problema de las uñas encarnadas y sus molestias asociadas.
Resulta más que curioso cómo una acción tan simple como comprar unos zapatos pueda tener tanta repercusión en nuestra salud. Y anecdótico que, siendo tan importante para nuestros pies, no sepamos los criterios básicos para elegirlos.
Según los especialistas, el calzado debe adecuarse al pie del usuario, tanto en la longitud como en la anchura. Lo de la longitud parece que lo tenemos más claro, pero está ampliamente demostrado que no prestamos tanta atención a la anchura de nuestros zapatos.
Teniendo en cuenta la influencia de los zapatos en la aparición de las uñas encarnadas, lo cierto es que deberíamos prestar más atención al respecto. Especialmente entre las féminas grupo en el que este problema se incrementa por el uso de tacones de punta estrecha.
Este tipo de calzado obliga a cargar casi el 80 por ciento del peso en la puntera, además por su forma exige que los dedos estén más comprimidos y trae como consecuencia el hecho de que la uña pueda dañar la piel, especialmente si ésta no está bien cuidada.
Por tanto, en general y para evitar la aparición de las uñas encarnadas, es aconsejable que el calzado sea anatómico, se adapte bien al pie, pero permita mover los dedos; cómodo; transpirable; flexible; y si tienen tacón, preferiblemente de forma cuadrada y que no supere los cuatro centímetros.
Se ha visto que el cuidado de las uñas, es decir, que estén bien cortadas, es fundamental para prevenir esta alteración, pero parece que todavía parte importante de la población duda sobre cómo debe hacerlo de forma correcta.
Esta estructura dura que protege los dedos, en este caso de los pies, crece a un ritmo de aproximadamente un milímetro al mes, por lo que es importante que se esté atento para que no permanezcan muy largas. Aunque tampoco es aconsejable que estén demasiado cortas, porque eso puede afectar al crecimiento.
Fuente:http://www.conceptosalud.com/como-tratar-las-unas-encarnadas/
No hay comentarios:
Publicar un comentario