La espalda es una de las áreas que tendemos a olvidar, quizás porque no la vemos con mucha frecuencia. Sin embargo, es un lugar importante de nuestro cuerpo donde se concentran problemas físicos que se acentúan con la vida sedentaria, las malas posiciones y el poco cuidado. Pero además de velar por la salud de vértebras y músculos, la espalda necesita ayudas más superficiales, en la piel, como rutinas de belleza que retiren las células muertas, la hidraten y tonifiquen. La presencia de barros, espinillas, grasa y vello son bastantes comunes en mujeres y hombres y pueden ser tratados de manera natural.
Los granos y espinillas deben extraerse con delicadeza e higiene para evitar infecciones y dañar la piel. Utilice un algodón orgánico o pañuelos faciales desechables. El mejor momento para realizar la extracción es después del baño, cuando la piel está más blanda y los poros un poco más dilatados. Para terminar aplique un producto cicatrizante y desinfectante, por ejemplo, crema de caléndula. Si nota que tiene una gran propensión a la grasa, barros y espinillas le aconsejamos especialmente los jabones y geles a base de tea tree.
Otro problema común en hombres y mujeres es la presencia de vello en el área de la espalda. En los primeros es quizás menos molesto porque los pelos están muy asociados a la naturaleza masculina. En las segundas (o en los varones que deseen eliminarlos) lo más recomendable y “natural” es la depilación con cera, que debilita el folículo y desanima su crecimiento.
Para el cuidado de la espalda requerimos ayuda de otros si queremos hacer un tratamiento profundo. A pesar de que los cepillos de mango largo y las bandas rectangulares de buen tamaño son útiles, la verdad es que es muy difícil realizar ciertos movimientos de limpieza, exfoliación e hidratación.
Tres pasos sencillos para cuidar su piel
El primer paso para tratar la piel de la espalda es liberarla de todo tipo de suciedades. Elija productos limpiadores como jabón neutro (a base de glicerina o aceite de oliva) y con un pH natural equilibrado o leches limpiadoras con elementos suaves y naturales. Al igual que en este caso del rostro, es mejor evitar los jabones alcalinos porque son agresivos con el manto ácido de la piel. El otro ingrediente es, naturalmente, el agua. Aproveche esos instantes para realizar (o que le realicen) un masaje con movimientos circulares. Le recomendamos tener a mano en la ducha guantes de crin o de fibras vegetales y cepillos que faciliten la labor del aseo cuando no se cuente con la ayuda de otra persona.
Cada 2 ó 3 semanas conviene hacer una exfoliación o peeling. Los productos con glándulas son muy apropiados para la piel de la espalda, pues su consistencia ayuda a retirar las células muertas. Los movimientos deben ser rotatorios para que la acción de los gránulos sea efectiva; también deben ser agradables y delicados con la piel, de manera que la fuerza que se ejerce sea moderada. Retire el producto exfoliador con abundante agua tibia.
El último paso de esta sencilla rutina es la hidratación, que puede realizarse con la misma crema corporal que se utiliza para el resto de la piel. Preocúpese porque la hidratante llegue a todas las áreas de la espalda, para lo cual necesitará ayuda.
Recetas naturales
Leche limpiadora
Si desea sustituir el jabón utilice esta receta que funciona como limpiadora y tónico. Sus ingredientes favorecen la limpieza profunda y trabajan para retirar la grasa y los desechos de la superficie. Haga siempre poca cantidad y consérvela en la nevera
Ingredientes
½ manzana madura
2 cucharadas de yogurt natural sin dulce
1 cucharada de jugo de naranja
½ cucharadita de aceite de germen de trigo
1 ó 2 cucharaditas de miel de abejas
2 ó 3 cucharaditas de harina de trigo o de papa
Preparación y aplicación
- Pele y ralle finamente la manzana. Luego mezcle en un recipiente todos los ingredientes, con excepción de la harina.
- Incorpore poco a poco la harina para obtener una consistencia cremosa. Revuelva muy bien para que la mezcla sea homogénea.
- Aplique sobre la espalda con movimientos rotatorios. Pida ayuda para que esta leche llegue a todos los rincones de la espalda.
- Retire con abundante agua tibia.
Exfoliante enriquecida
Una preparación muy sencilla que aprovecha los nutrientes del yogurt y de la naranja y de la consistencia del azúcar para dejar tersa y suave la piel. Es importante masajear mientras la aplica para estimular la circulación y evitar la formación de depósitos de grasa.
Ingredientes
½ ó 1 taza de azúcar granulada
1 vaso de yogurt natural sin dulce
El zumo de ½ naranja
Preparación y aplicación
- Compruebe la consistencia del azúcar. Si lo considera necesario, muélala un poco con la ayuda de un mortero.
- En un recipiente incorpore muy bien los tres ingredientes. Si desea que la mezcla sea más líquida, agregue un poco más de jugo de naranja.
- Esparza la exfoliante mientras masajea entre 2 y 3 minutos. Recuerde que el masaje debe ser agradable y evite frotar la piel con demasiada fuerza.
- Enjuague con abundante agua tibia. Su piel estará preparada para recibir hidratación.
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