Carolina Herrera es sinónimo de elegancia, lujo y belleza.
La diseñadora venezolana, famosa por vestir a las primeras damas de Estados Unidos, desde Jackie Kennedy hasta Michelle Obama, ha seducido al público con su propuesta de "prendas en movimiento" presentada en el Lincoln Center, combinado distintos materiales, desde organza a muselina de seda, para crear diseños arremolinados, sobre todo en blanco y negro, una de las tendencias fuertes de la colecciones primavera-verano 2014. Siluetas fluidas, prendas ultra femeninas y elegancia y sofisticación elevada a la enésima potencia.
Esa ha vuelto a ser la clave con la que Carolina Herrera ha vuelto a reinar en la Semana de la Moda de Nueva York. Una colección, donde hace del vestido una prenda icono tanto para el día como para la noche.Durante las horas de sol, los largos se cortan a la rodilla, mientras que la luna nos anima a sacar del armario vestidos de gasa maxi, llenos de fluidez y movimiento.
En su colección se puede apreciar cortes con la cintura marcada que realzan el cuerpo de la mujer de hoy.
La supermodelo estadounidense Karlie Kloss ha sido la encargada de cerrar el desfile luciendo un vestido color marfil, negro y rosa nacarado, con organza de seda superpuesta con puntos cinéticos de diamantes incrustados, que ha creado un efecto hipnotizante casi tridimensional. Esta colección vuelven los tonos protagonistas como el blanco y el negro, compartiendo su hegemonía con estampados de inspiración de los años 70, y notas más llamativas y veraniegas en aguamarina, anaranjados, ocres y tonos tierra.
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