Conseguir dormir ocho horas diarias no es nada fácil. Hoy en día mujeres y hombres “multiplicamos nuestro tiempo” para poder llegar al final del día con todas nuestras obligaciones cumplidas: el trabajo, los niños, las casa, los amigos, etc., lo cual reduce considerablemente nuestras horas de sueño. Es muy probable que todo ello nos genere estrés, así al finalizar la jornada a pesar de estar agotados, nos cuesta conciliar el sueño.
Para mantenernos jóvenes y con una buena calidad de vida es fundamental que nuestro reloj biológico esté bien sincronizado. Es la única forma de aprovechar al máximo el tiempo de descanso y sacar mayor rendimiento a nuestra jornada llena de actividades.
Existe una hormona llamada melatonina, que ayuda a regular la actividad diaria del organismo. La fabricamos a diario y es la encargada de facilitar un sueño profundo y una actividad cognitiva correcta. La secreción de melatonina empieza al anochecer y se mantiene a niveles altos durante la madrugada.
Cuando padecemos insomnio una de las consecuencias en la reducción de la creación natural de melatonina. Para contrarrestar este efecto tenemos a nuestro alance melatonina en forma de complementos orales. Estos se deben tomar por la noche, para favorecer el descanso y de esta manera afrontar un nuevo día en buenas condiciones, algo que no nos sucede si tomamos somníferos.
La melatonina también está presente en alimentos que aumentan el nivel de esta hormona. Debemos consumirlos aún si no padecemos de insomnio, como una forma muy eficaz de prevenirlo. Por ejemplo las nueces ayudan a segregar una cantidad considerable de melatonina, aunque muy poca en comparación con las medicaciones que existen. Tomálas como un snack a media mañana o por la tarde, a pesar de no ser un tratamiento para el insomnio te ayudan a complementarlo.
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