Cada cutis es distinto y por ende requiere de distintos cuidados.
A continuación te contamos cómo debes cuidar tu tipo de piel.
Muchas veces creemos que estamos cuidando adecuadamente nuestro cutis, cuando ni siquiera sabemos qué tipo de piel tenemos.
Utilizar cremas para cutis graso si tenemos la piel seca por ejemplo, puede resultar más perjudicial que favorable. Por eso, en el siguiente artículo Pretenciosas te aclara qué cuidados se le debe dar a cada tipo de piel.
Pieles secas. Estas pieles son de poros pequeños y suelen tener un aspecto agrietado. Al tacto resultan más bien ásperas y se acostumbra tener una sensación de tirantez en la cara. Sus enemigos son el frío, el viento y el sol.
En este caso debes utilizar cremas ultra hidratantes, que contengan nutrientes intensivos y calmantes. De esto modo protegerás tu piel del envejecimiento y la mantendrás suave y flexible.
Pieles mixtas. Las pieles normales o mixtas son equilibradas y más resistentes. Tienen poros apenas visibles y al tacto son suaves. La piel mixta es más gruesa que la seca y suelen tener zonas más grasas como la nariz, el mentón y la frente, conocida como zona T.
Aquí la recomendación es utilizar cremas ligeramente hidratantes, que mantengan el equilibrio de la piel y le entreguen una sensación de frescura. Ideal es que la crema escogida sea también antiarrugas.
Pieles grasas. Estas pieles son más gruesas y duras que los otros tipos de piel. Tienen una mayor actividad de las glándulas sebáceas y por eso lucen continuamente más brillantes y aceitosas. Lo bueno es que este es un tipo de piel que se mantiene más hidratada y que por ende tiene menos tendencia a arrugarse.
La recomendación es utilizar cremas hidratantes ligeras y de rápida absorción. Se deben evitar aquellos productos que puedan dejar residuos grasientos sobre la piel. Para ello, son ideales los que vienen en formato de gel o loción.
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