Problemas frecuentes que afectan nuestra belleza



Las investigaciones más recientes estiman que pestañeamos más de 17.00 veces al día. Si esta cifra le sumamos otros movimientos como sonreír, llorar, levantar las cejas, bostezar, hacer muecas, entre otros, se puede concluir que realizamos unas 85.000 contracciones diarias de los músculos del área ocular. Un número impresionante que contribuye a reforzar la idea de la necesidad del cuidado y protección del contorno de ojos para atenuar las arrugas de expresión, las bolsas, ojeras e hinchazones.


Las ojeras

Aunque algunas personas tienen una ojera “natural”, la verdad es que generalmente aparecen cuando hay una relajación en determinados músculos que provoca una especie de hundimiento de la piel. De esta manera se hace visible una sombra más o menos oscura según el caso.

Generalmente, la aparición de las ojeras se debe a la mala circulación sanguínea y al adelgazamiento de la piel alrededor de los ojos. El exceso de sangre que fluye a través de los vasos capilares puede filtrarse y entrar en contacto con el tejido de la piel y al  suceder esto, se liberan enzimas que descomponen la sangre produciendo minúsculos componentes de hemoglobina, que a su vez permanecen alrededor de los ojos generando un color morado o negro. Esto sucede por la falta de sueño, la edad, el cansancio y un estilo de alimentación poco saludable.

Cuando el color es muy oscuro y está acompañada de picazón, lo más probable es que se trate de una reacción alérgica a una sustancia que puede encontrarse en el maquillaje, la crema de protección solar, los jabones, entre otros. En estos casos debe suspenderse la aplicación y el uso de algunos productos que ayudan a descongestionar y tonificar la piel.

Existen algunas soluciones para tratar de forma natural este tipo de problemas. Además de las ya mencionadas, se puede recurrir a la aplicación de mascarillas, tónicos, cataplasmas y compresas. Entre las más populares está la aplicación de infusiones frías  y las motas de algodón empapadas con leche muy fría.

Las bolsas

Un problema frecuente y bastante molesto por sus efectos poco estéticos. Las bolsas se pueden definir como una especie de abultamiento de la piel en la zona de los párpados inferiores, debida a una acumulación de grasa entre la dermis y epidermis. Se originan por diversas causas, pero la más frecuente es los desarreglos orgánicos.

La inflamación se produce en los ojos por diferentes razones, como la genética, la retención de líquidos, las alergias y las reacciones a medicamentos.

La manera como se puede atenuar este problema es utilizando compresas que ayuden a descongestionar el área. Vale la pena emplear elementos como una gasa cortada en forma de antifaz empapado con algún líquido o sustancia.

Un remedio muy popular y sencillo es diluir un puñado de sal marina e suficiente agua hirviendo. Deje reposar que la temperatura no sea excesiva y aplique sobre la piel por unos 10 a 15 minutos. También son muy efectivas las rodajas de pepino, manzana y papa.

 Las arrugas

A medida que envejecemos la piel pierde colágeno, por lo cual se reduce su firmeza y elasticidad. Es un proceso natural e irreversible que puede ser atenuado con la ayuda de la nutrición y la humectación. La protección de la piel frente a los diferentes aspectos ambientales también es importante, así como una buena alimentación y descanso.

Las famosas “patas de gallo” parecen desarrollarse a causa de la permanente contracción muscular del área alrededor de los ojos; un movimiento muy difícil de controlar si consideramos que muchos de nuestros gestos son involuntarios. Sin embargo, es posible buscar aliados para retardar la aparición de esas arruguitas utilizando sustancias ricas en vitaminas A,C y E y con propiedades tensoras, vivificantes y reconstructoras. Frutas como el aguacate y el aceite de oliva y de almendras son muy apreciados por sus poderes, humectantes y nutritivos.

La perfección de las cejas

Las cejas son un elemento que contribuye a la expresión del rostro y produce distintos efectos. Pueden ser delicadas y armónicas dándole al rostro femenino mayor atractivo.

Hoy la tendencia en el mundo de la belleza es a lucir rostros sin artificios, donde mas bien se resalten sus cualidades naturales. Eso no quiere decir que no se haga absolutamente nada, más bien se trata de buscar una armonía sin realizar cambios dramáticos. Así por ejemplo, quedó atrás la moda de depilar las cejas de una manera exagerada dejando una delgada hilera de vello. Hoy se busca eliminar los excesos  pero destacar la forma en que nacen las cejas.

Las cejas  deben depilarse buscando siempre respetar la forma natural. No aconsejamos las depilaciones exageradas, pues tienden a pasar de moda con facilidad y se corre el peligro de que el vello no vuelva a nacer con buena fuerza y texturas.

Antes de comenzar conviene peinarlas en el sentido contrario a su nacimiento y luego alisarlas siguiendo su trayectoria natural. En algunos casos es necesario recortar un poco el vello para lograr una buena armonía. Y para terminar consienta sus cejas y aplique un producto refrescante como un tónico.

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