Error nº 1: sobredosis de pegatinas
- ¿Por qué ya no gustan? ¡Están muy vistas! de la televisión a las revistas, para las paredes, la nevera… ¡Son víctimas del éxito! Además, para que queden bien, es difícil pegarlas bien… siempre hacen arrugas…. Sin contar con que, además, se despegan enseguida, dejando manchas y huellas… ¡Basta!
- ¿Y, en su lugar? Los manitas y los artistas volverán a sus primeros amores: la pintura, con o sin plantilla. Pero hoy la tendencia está en la distribución del ancho del papel… un trozo por aquí, el otro por allí… con el fin de estructurar el espacio. Así, la muerte de las pegatina favorece sobre todo a su jurado enemigo: el imán. La decoración amovible tiene la ventaja de ser resistente y no ensuciar el espacio. Calidades que se ganan al pagar un mayor precio…
- Un consejo más: Trabaja tu pintura sobre un único trozo de pared, para estructurar la habitación. O bien, añade después anchos de papel pintados, para delimitar el espacio (zona comedor, cabecera, rincón estudio…), para valorizar algunos muebles o dar un efecto de buen material, gracias a un revestimiento imitando el cuero, la madera, el métalo incluso un tejido.
Error nº 2: el wengue mal conjuntado
- ¿Por qué ya no gusta? El look de wengue por todas partes nos ha agotado… Debemos reconocer que esa madera tan oscura, no consigue siempre alegrar un cuarto, y su lado exótico, muy seccionado, no pega fácilmente con cualquier interior. Y, sin contar con el impacto medioambiental producido por su corte y su transporte de sus esencias exóticas. Somos ecologistas, ¿si o no?
- ¿Y, en su lugar? Maderas claras de tendencia escandinava… o bien, maderas brutas usadas o metal (le vena industrial, todavía y siempre…). Elijas lo que elijas, no te olvides del número 3: es el número que marca el máximo de maderas distintas que puedes colocar en un mismo espacio. ¡Date por avisado!
- Un consejo más: hay que tener en cuenta el mobiliario de madera que además cuenta ya con sus añitos… ¡Nos encanta su pátina!. Lo más: los muebles de profesión recuperados. Y, un último consejo para destacar: algún mueble sin pintar… deja vía de escape a la imaginación de más de uno….
Error n° 3: baldosas envejecidas
- ¿Por qué no gustan? Ha superado la fecha de caducidad… ¡Y de lejos! El embaldosado fue el revestimiento de época de nuestros abuelos. Creemos que es hora de cambiar… ¿No? Más que nada, porque, por fin se han desarrollado nuevos materiales, que consiguen apartar a los que ya están viejos o pasados de moda…
- ¿Y, en su lugar? Parquet y PVC para el suelo, corian para el plano de trabajo… Y sobre todo, el cemento, es el top del momento… para el suelo, paredes, ¡por todas partes! Bonito, de diseño, y práctico a la vez… solo se le puede echar en cara su precio…. no siempre es buen negocio, te lo advertimos…
- Un consejo más: ¿conoces los revestimientos PVC en contrachapado, imitando diferentes esencias de madera? ¿y los que están enlosados de forma rectangular, imitando al cemento o el granito? ¡Pues, ponte al día! ¡Son lo último!
Error n° 4: un cuarto tipo despacho lleno de curiosidades
- ¿Por qué no gusta? Hay una tendencia a creer que acumular muebles u objetos, alegra la vista y crea seguridad. ¡Todo falso! El resultado es todo lo contrario… En absoluto crea un ambiente acogedor… La sobrecarga visual convierte el espacio en un lugar estrecho e incluso agobiante… una pena ¿No?
- ¿Y, en su lugar?: seleccionamos, guardamos, depuramos… Es importante elegir lo que queremos enseñar de lo que no. Esto lleva a mezclar muebles cerrados con muebles acristalados, o estanterías, para mostrar todo aquello a lo que tienes tanto aprecio…
- Un consejo más: Deja que los espacios respiren, y deja únicamente a la vista, aquellos objetos que tengan valor sentimental, o que creen un efecto agradable a la vista. Aprovecha las esquinas que puedas alumbrar para dar ambiente. Una vez todo estructurado, tendrás una pared que servirá de “tela de fondo” para aquellos objetos que se encontraban diseminados por la casa.
Error n° 5: el look al completo
- ¿Por qué no gusta? Un escritorio industrial, una cocina provenzal, un cuarto Bollywood, y un salón barroco… con este tipo de interiores, ¡seguro que tendrás jet-lag! Los temas siempre han sido tendencia, pero estos cambios son tan bruscos, que faltan de personalidad… Te arriesgas a dar la impresión de que, pasar de un cuarto a otro, te haga dudar de si sigues en el mismo espacio…
- ¿Y, en su lugar?: La receta es fácil: pon un hilo rojo que debes encontrarte en todos los cuartos de la casa. No se trata tampoco de caer en una decoración totalmente uniforme, sino de elegir una forma, un color, o un motivo, que dará el tono a tu casa, y que será el toque de tu personalidad. Para ello, aléjate de las tendencias, y vuelve a lo esencial: el estilo que te corresponde es el mejor, el color que tu prefieras, los motivos que te gusten… ¡El resto vendrá solo!
- Un consejo más: Vale más dar privilegio a un material, que dominará todo el espacio: nos lo encontraremos en el suelo de un cuarto, en la pared de otro, o en un mueble en un tercero… ¡Muy eficaz! Juega también con los colores y los temas que estén en el mismo tono, en muros, accesorios, telas… para que exista un ambiente de conjunto.
Error n° 6: todo lo que brilla no siempre es acertado
- ¿Por qué no gusta? El dorado da dolor de cabeza, el plateado no nos trae más que malos recuerdos… pasadas las fiestas, decimos basta a todo lo que brilla. En una palabra, se acabaron los ambientes jet-set, los accesorios a la vista, y el tintineo constante… Queremos algo bonito, sobrio, de calidad. Elegancia discreta.
- ¿Y, en su lugar?: Cuidado, ¡curva de 180°! Nuestro deseo de hoy: naturalidad, grandes aires… ¡algo auténtico! Olvídate del plástico y de los tejidos sintéticos, en lugar de la madera (el gran ganador de esta vuelta a los recursos) y de las fibras naturales. Todo en tonos sobrios y frescos, inspirados directamente de la naturaleza.
- Un consejo más: en un interior contemporáneo o clásico chic, estos materiales oro y plata pueden tener su lugar, pero en una versión mucho más suave: algunos toques de plateado por ejemplo, a los pies de una lámpara, o una funda de butaca, un almohadón… ¡Pero nada más! Y si te gusta el aspecto metalizado, debes optar por un metal envejecido, como el zinc, colocado de manera individual o asociado a una madera bruta.
Error n° 7: una iluminación espartana
- ¿Por que no gusta? todos hemos experimentado la dificultad que tiene una lámpara de techo en alumbrar todo un espacio, y los estragos creados por alógenos de primera que alumbran nuestros cuartos como estadios de fútbol. Moraleja: no es ni funcional ni estético. Date prisa, ¡busca alternativas!
- ¿Y, en su lugar?: una iluminación pensada, adaptada a cada cuarto y a cada función, debe pasar por múltiples y diferentes puntos de luz.
- Un consejo más: para llegar a iluminar un cuarto, debes estudiar las entradas y salidas de luz natural, y determinar que puntos se quedan sombríos. Tras esto, es la disposición del cuarto, la colocación de los muebles y las actividades que se practican, las que decidirán un tipo u otro de luz. Las lámparas de mesa y los apliques son útiles para puntuar un espacio y crear ambientes. Para la lectura, sin embargo, piensa en colocar una lámpara de pie, al lado de la butaca, o bien, elige una lámpara de despacho, si quieres una lámpara más directa e intensa. Para un rincón comedor, o una entrada, elige un lustre. Y reserva las lámparas de techo para los cuartos de baño, además de los apliques, situados encima o a un lado de los espejos.
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