Durante el embarazo, en forma natural se presentan cambios en el cuerpo femenino debido al desbalance de hormonas, pero una vez que ha pasado el parto se recuperan los niveles normales.
El cabello no está exento de alteraciones, a las cuales sólo hay que poner un poco de atención, por ejemplo, al teñirlo; ¿quiere saber qué hacer al respecto?
El embarazo no debe ser causa de desatenciones en la belleza de la mujer, es más, para muchos ginecólogos es motivo de elevada autoestima cuidar los detalles que le hacen sentir guapa, atractiva y segura, hecho que no debe perderse de vista durante toda la gestación.
No obstante, los inevitables cambios hormonales durante este periodo pueden alterar el aspecto de la mujer embarazada, y no por ello quedarse de brazos cruzados, y así como la piel experimenta variaciones en la producción de grasa o se torna susceptible a mancharse por exposición al Sol, la cabellera es igualmente vulnerable y requiere ciertos cuidados.
No es raro que en algunas gestantes el cabello se torne brillante cuando antes no tenía vida, o se vuelva frágil teniendo el antecedente de ser grueso y abundante; habrá quienes se sientan satisfechas con los cambios, pero no todas opinarán lo mismo.
Tinte
Acerca de los cuidados en materia de belleza que se deben seguir durante el embarazo se han dicho sinnúmero de cosas, no todas ciertas, pero tal vez la que levanta más comentarios es la referente a la posibilidad de teñirse el cabello en este periodo. Al respecto hay opiniones encontradas, pues así como algunos expertos afirman que no existen razones médicas que prohíban pintar la melena, muchos estilistas dicen que el cabello puede reaccionar negativamente al tinte por efecto de las hormonas, o bien causar irritación en el cuerpo cabelludo.
La oposición de algunos se debe a que ciertas tinturas que se usaban en el pasado contenían una sustancia llamada formalina, la cual sí es dañina para el bebé. Sin embargo, las fórmulas de los productos actuales son muy diferentes, lo que ha sido benéfico para embarazadas o quienes no lo están, ya que el cabello no sufre ningún daño con estos procesos químicos.
En cuanto a las gestantes, si bien se sabe que teñirse el cabello durante el embarazo no afecta al bebé, la mayoría de los médicos sugieren, como simple protección, evitarlo durante el primer trimestre, pues en este período se forman los órganos vitales, cabeza, cuerpo y extremidades del bebé.
Algunos ginecólogos se muestran más cuidadosos y piden que se revise la etiqueta del producto y se eviten los que contienen acetato de plomo en su fórmula, ya que es un compuesto que podría ser peligroso para el feto, particularmente a su cerebro y sistema nervioso. La misma recomendación se hace a las embarazadas para que eviten contacto durante el primer trimestre con los líquidos para permanente, ya que contienen soluciones químicas que pueden afectar igualmente al bebé en gestación.
¿Cuál es el bueno? Si lo que se recomienda médicamente es evitar los colorantes que contengan compuestos químicos que puedan ser tóxicos, sobre todo en los primeros tres meses de gestación, la opción son los llamados temporales, hechos a base de pigmentos naturales.
Estos productos tras la aplicación son depositados sólo en la superficie del cabello, característica que determina su corta duración en la melena, pues sólo resisten de 6 a 8 sesiones de lavado con shampoo y no cubren las canas. Estos tintes se formulan a base de pigmentos denominados directos, es decir, aquellos que actúan superficialmente sobre la cutícula o cubierta del cabello, sin penetrarlo.
Dentro del grupo de tintes temporales también se encuentran aquellos con los que se consigue modificar drásticamente el look, se trata de los denominados “de fantasía”, “crazy colors” o “colores extremos”, cuya gama está conformada por los tonos azul, morado, verde, rosa, rojo, amarillo, plata y violeta. Sin embargo, antes de aplicarlos es necesario decolorar la melena con productos que no son recomendables durante los primeros tres meses de gestación.
Una opción más es el uso de henna, pigmento vegetal que desde hace más de cinco mil años ha demostrado ser eficaz para teñir la melena; entre las ventajas que este producto ofrece frente a otros colorantes es que no genera reacciones alérgicas o secundarias, además penetra con facilidad en el cabello, ya que sus moléculas tienen afinidad con la queratina, que es unaproteína componente de éste.
En la actualidad la henna es mezclada con diversas sustancias químicas para que se mantenga en buen estado y se obtenga siempre coloración uniforme; cabe destacar que debe contemplarse únicamente para oscurecer la melena y nunca para aclararla, y que por ningún motivo hay que aplicarla simultáneamente con otros tintes comunes, ya que ello genera reacciones químicas que puede decolorar desagradablemente la cabellera.
Ahora que, si el ginecólogo le recomienda no teñirse el cabello puede optar por mousse o spray de color para “maquillar” temporalmente la melena, pues estos productos se retiran en cuanto es lavada con shampoo.
Finalmente, tome en cuenta que si decide teñirse el cabello en casa, debe utilizar guantes y hacerlo en una habitación bien ventilada, pues la embarazada tiene mayor sensibilidad a los olores, por lo que se recomienda verificar si el sentido del olfato tolerará los químicos. Previo a la aplicación, no deje de comprobar alguna posible respuesta alérgica mediante la siguiente prueba de sensibilidad: unte pequeña cantidad del producto en el antebrazo y observe si se presentan síntomas extraños (irritación, comezón o ronchas); de no haber reacción tras unos minutos, puede ser empleado sin problema.
Otros efectos
El embarazo puede tener otro tipo de secuelas en la melena, volviéndola seca y quebradiza, debido a que el cuerpo sabiamente encauza las vitaminas hacia todo el proceso de gestación y deja muy pocos nutrientes al cabello. El problema puede minimizarse tomando suplementos alimenticios que contengan compuestos que no permitan el debilitamiento general, además de utilizar shampos vitaminados o seguir tratamientos que contemplen tales elementos.
Por otra parte, no pocas mujeres gestantes sufren caída de cabello por efecto de la falta de nutrientes, siendo más notoria al paso del los meses, la cual se reduce considerablemente hasta recuperar su condición normal tras el parto. No obstante, la caída del cabello puede prolongarse después del nacimiento debido a estrés, pérdida de sangre durante el alumbramiento y por presencia de prolactina (hormona) durante la lactancia.
No está por demás reiterar que una nutrición equilibrada puede ayudar a que el cabello se mantenga fuerte, y que debe limitarse el uso de la secadora. Recuerde, no hay por qué olvidarse de la belleza durante el embarazo.
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