Para tener una linda figura no solo hace falta bajar los kilos de más. Si bien este es el primer paso, lo siguiente -y aún más importante- es reafirmar los músculos del cuerpo. Esto también es lo más difícil, pues hay que realizar un arduo entrenamiento con máquinas y pesas, que suele tomar mucho tiempo sin llegar a tonificar de la manera deseada.
A fin de agilizar el proceso de “training muscular”actualmente los spas, centros de estética y algunos gimnasios ofrecen el servicio de gimnasia pasiva o electrodifusión.
Este tratamiento adaptado de la medicina deportiva consiste en la colocación sobre la piel de unos canales de salida provenientes de un generador de corriente (de 1 a 120 Hz). Las cargas eléctricas emitidas hacen que los músculos se contraigan y ejerciten sin necesidad de hacer el mínimo esfuerzo.
Precisamente, la gimnasia pasiva tiene entre sus principales beneficios el que la activación de los tejidos se realice a un ritmo más intenso que con la contracción voluntaria, especialmente para las personas que no están acostumbradas a hacer abdominales.
Así mismo, al no producir fatiga al sistema nervioso central -debido a la ausencia de esfuerzo- los pacientes se pueden beneficiar con un mayor número de repeticiones, durante mayor tiempo y con mayor activación muscular que la experimentada en los ejercicios comunes. De ahí que la masa muscular pueda aumentar y fortalecerse en menos tiempo.
Por otro lado, el tratamiento -que actúa sobre las capas superficiales de la piel- no influye en el sistema metabólico ni la coordinación. Tampoco trabaja el músculo cardíaco , por lo que no se logran adaptaciones cardiovasculares y el mecanismo de defensa del organismo permanece inhibido.
Ya que el ejercicio es irreemplazable por los beneficios integrales que produce, se recomienda la gimnasia pasiva como un complemento -junto a una alimentación balanceada- del entrenamiento para gozar de la silueta anhelada y de una buena salud.
Fuente: Punto Fape
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