El primer gesto diario anti-envejecimiento y la más importante es la limpieza profunda de la piel, hidratar y nutrir natural para mantener su manto protector. por eso a la piel se le llama el "tercer riñón", ya que limpia y elimina residuos.
Limpie la piel profundamente y al día es esencial para evitar que se intoxique y asfixie. Debe realizarlo en la mañana y por la noche, porque durante el sueño se oxigena la piel, se limpia y mantiene mecanismos activos de regeneración.
Hombres y mujeres deben limpiarse la piel todas las noches, incluso si usted no ha utilizado maquillaje, y eso se debe realizar porque la piel está en constante contacto con impurezas como el humo, el polvo y al ser combinadas con las sustancias que suda la piel, las grasas, toxinas, células muertas y microbios creamos un peligroso coctel que envenena nuestra dermis y obstruye os poros lentamente.
¿Qué hacer con la piel del rostro?
Masajee suavemente el rostro, cuello y escote con un limpiador suave o limpiador gel que no se seque la piel y adecuado para todo tipo de piel. Cabe destacar áreas como la frente, alrededor de la nariz y de la base del cuello, es donde el maquillaje y la contaminación tiende a acumularse. Use una leche limpiadora y retirela con agua tibia, aplique un buen tónico. Termine con una crema de día o noche que sea adecuada para cada tipo de piel y edad.
De los 30 a los 50 años exfolie la piel por lo menos una vez a la semana, y aplique diariamente una crema antiarrugas y, complete con una una mascarilla antiedad una vez a la semana.
De los 50 años en adelante, añada los tratamientos anteriores una loción ultrahidratante antes de la crema antiarrugas para rehidratar en profundidad porque la piel tiende a volverse cada vez más seca.
Se puede aumentar la eficacia de las cremas o champús añadiéndoles, justo antes de su uso, una gota de un aceite esencial adecuado para cada tipo de piel y edad.
Según la aromaterapia, los aceites esenciales son capaces de mejorar el estado de nuestra piel y al tiempo modificar nuestro humor llenándonos de energía positiva, ya que los aromas que desprenden estimulan los receptores nerviosos de la nariz que envían mensajes al sistema límbico, la parte del cerebro que regula las emociones.
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