El placer de masajearse el cabello


Quizás por estar cerca de algunos lugares altamente sensibles y que tienden a permanecer bajo mucha tensión, los masajes capilares son una delicia y ofrecen grandes ventajas. Mientras pasamos nuestros dedos por el cráneo vamos recorriendo zonas que sentimos rígidas y adoloridas y estimulamos su distensión pero al mismo tiempo permitimos que la mente vague y se aleje de los problemas y tensiones de la vida cotidiana. En ocasiones también podemos utilizar otras ayudas, por ejemplo aceites esenciales que trabajan sobre centros del organismo a través de la nariz y que ayudan a lograr una sensación gratificante. De igual forma, la música puede ser un poderoso aliado que haga de esos momentos íntimos, algo especial.



El producto “clásico” para la realización de los masajes es el aceite, y en el mundo natural hay una gran variedad. Su elección es cuestión de gustos, pero algunos de ellos tienen mejores efectos sobre la raíz del pelo y pueden ayudar a aliviar ciertos desórdenes capilares. Un buen momento para hacerlos es antes de irse a la cama, para que durante la noche los componentes de las plantas trabajen con eficiencia. Le sugerimos poner una toalla sobre la almohada para evitar que ésta se impregne de las sustancias grasas. Al día siguiente observara cómo una gran porción del aceite ha sido absorbida, lo que facilitará la aplicación de un champú suave.

Los aceites esenciales


Estos aceites son bastantes concentrados y que por lo general necesitan de otro aceite llamado vehicular para diluirlos. También puede optar por mezclar la esencia con aceite de oliva o de almendras. Calcule que debe tener como base entre 2 y 3 cucharadas de aceite vehicular, al que le agregará unas cuantas gotas del esencial.

Cabello normal

  • De 5 a 8 gotas de aceite de lavanda y unas 6 gotas de aceite de rosas.

  • De 5 a 8 gotas de aceite de romero y de 5 a 8 gotas de aceite de jazmín.

Cabello grasoso

  • De 5 a 8 gotas de aceite esencial de tea tree (árbol del té) y, si lo desea, 6 gotas de aceite de lavanda.

  • De 5 a 8 gotas de aceite esencial de limón.

Cabello seco y maltratado

  • De 5 a 8 gotas de aceite esencial de geranio y 5 gotas de aceite de salvia.

  • De 5 a 8 gotas de aceite esencial de naranja.

¿Cómo realizar el masaje?

Tómese su tiempo para un masaje a conciencia; piense que además de trabajar por su cabello usted está preparando  a su organismo para el descanso y favoreciendo la relajación.

  • Despierte su cuero cabelludo recorriendo con sus dedos el cráneo. Hágalo desde la frente hacia la nuca y luego en sentido inverso. Concéntrese en la zona detrás de las orejas y luego en las sienes. Repita estos movimientos varias veces y observara como empieza a despertar la sensibilidad de la piel.

  • Continúe este trabajo aumentando la intensidad, a través de pequeños movimientos circulares por el cuero cabelludo. Tenga en cuenta que debe ejercer una pequeña presión y evitar frotar con demasiada fuerza. Una buena forma de asegurarse de cubrir toda la cabeza es comenzar por la frente hacia la nuca y después concentrarse en las áreas laterales y detrás de las orejas.

  • Con estos movimientos circulares sentirá que el cuero cabelludo se mueve, como desprendiéndose del cráneo. Éste es precisamente el objetivo, lograr una sensación de relajación y liviandad. Su cuerpo le indicará dónde hay más placer, dónde requiere reforzar el masaje, dónde necesita mayor ayuda. Así que mientras trabaja en la cabeza, preste atención a la voz de su cuerpo.

  • Dedique unos segundos al área de las orejas y verá como allí encuentra tensiones que no sospechaba. Además de masajear la cara posterior de cada una, le recomendamos tirar del lóbulo. Es posible que con esto último escuche algunos sonidos que indican que usted se está relajando.

  • Ahora es el momento de conceder unos minutos al pelo. Introduzca sus dedos hasta tocar el cuero cabelludo y luego deslícelos por el cabello en un movimiento. Si tiene el pelo largo sentirá cómo el aire entra a través de los mechones que se deslizan entre sus dedos.

  •  Estimule un poco la base del cabello y tome un pequeño mechón. Tírelo en dirección opuesta a las raíces con movimientos cortos y seguros. Algunos expertos afirman que este tipo de ejercicio contribuye al crecimiento del pelo.

  • Cepille el cabello con sus dedos de manera vigorosa y estimulante. Hágalo varias veces y, si lo desea, doble su torso para que la cabeza cuelgue y luego deslice sus dedos. Levántese con lentitud porque algunas personas pueden sentir mareo al volver a la posición horizontal. ¿Se siente diferente?



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