La función biológica de las pestañas es proteger tus ojos de agentes externos que puedan agredirlos, como el polvo, la polución, los cuerpos extraños, el sudor, el humo, la luz, etc. Aunque para las mujeres también tienen un gran valor estético, ya que unas pestañas tupidas, largas y rizadas aportan a nuestro rostro un atractivo indiscutible realzando la mirada.
Las máscaras actuales no solo tienen la función cosmética de alargar, rizar o dar volumen, sino que aportan tratamientos con ingredientes revolucionarios. Se presentan en diferentes colores, y las innumerables formas y tamaños de sus aplicadores permiten infinidad de resultados.
La mayoría de ellas han sido testadas oftalmológicamente para poder ser utilizadas en ojos sensibles o portadores de lentillas. Los modelos de última generación incorporan sistemas de vibración para separarlas en una única aplicación, tal como hacen los maquilladores más expertos. Si quieres lucir unos ojos espectaculares sigue estos cuatro pasos:
- Peina tus pestañas arriba y abajo con un cepillito especial.
- Riza tus pestañas.
- Vuelve a peinar y aplica la máscara de pestañas, desde la mitad del ojo hacia el extremo exterior, y por ambas caras de las pestañas, es decir, primero por la interna (la más cercana a la piel) y después por la externa. Mantén siempre el cepillo paralelo al suelo.
- Peina nuevamente las pestañas y aplica una segunda capa.
Las pestañas postizas han regresado para ayudar a aumentar el volúmen y largo de tus pestañas. Su poder de seducción fue descubierto por Max Factor en los años 20, por aquel tiempo las estrellas del espectáculo empezaron a utilizarlas, desde entonces y hasta los años 70 fueron muy utilizadas para las mujeres, ahora vuelven a estar de moda.
Para colocártelas solo necesitas un pegamento especial, unas pinzas, un espejo con un buen aumento, pulso y un poco de paciencia. Las pestañas postizas se comercializan en tiras y en colas (para el extremo exterior del ojo).
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